Elaboro la mayor parte de mi joyería, manualmente, a partir de la antigua técnica de cera perdida. Esta técnica consiste en realizar tallas sobre una cera especial para joyeros (en la antigüedad cera virgen de abejas, la cual también se usa actualmente). Al someterse la cera al clásico proceso de fundición de metales, el resultante son estas pequeñas esculturas portátiles, enteramente en plata 925.
El acabado que prefiero, para realzar la textura aportada por las herramientas usadas en el proceso de tallado, es una pátina oscura que logro por oxidación con una solución de azufre, y un posterior pulido.
Como para toda joyería, lo recomendable es no someterla al cloro de las piscinas, o a perfumes y otros químicos.
-Para realzar el brillo basta frotar con una tela tipo algodón o jean.
Elaboro la mayor parte de mi joyería, manualmente, a partir de la antigua técnica de cera perdida. Esta técnica consiste en realizar tallas sobre una cera especial para joyeros (en la antigüedad cera virgen de abejas, la cual también se usa actualmente). Al someterse la cera al clásico proceso de fundición de metales, el resultante son estas pequeñas esculturas portátiles, enteramente en plata 925.
El acabado que prefiero, para realzar la textura aportada por las herramientas usadas en el proceso de tallado, es una pátina oscura que logro por oxidación con una solución de azufre, y un posterior pulido.
Como para toda joyería, lo recomendable es no someterla al cloro de las piscinas, o a perfumes y otros químicos.
-Para realzar el brillo basta frotar con una tela tipo algodón o jean.